Escogimos Invisalign para tratar a I.O. en un plazo de 20 meses.

Las claves en este caso fueron la adecuada selección de ataches y secuenciación de movimientos combinado con una exquisita colaboración por parte del paciente. El hecho de que el paciente fuera apretador también favoreció un adecuado control vertical.
Además de la mordida abierta, en la arcada inferior, existía un apiñamiento moderado. La presencia de múltiples recesiones en un biotipo gingival fino limitó la magnitud de la expansión realizada por lo que tuvimos que realizar desgaste interpróximal en el sector anteroinferior.
Fotos inicio




Fotos finales





El paciente acabó encantado encantado con los resultados, pero también con todo el proceso de tratamiento, que fue cómodo, higiénico y prácticamente imperceptible para los demás.
