B. V. tenía los arcos dentales muy estrechados. Esto mantenía a los incisivos muy inclinados hacia adelante, produciendo una tendencia a la mordida abierta y apiñamiento inferior.
En este caso, que corregimos con Invisalign en año y medio, tuvo especial importancia la expansión posterior, eso si, siempre con sentido común.
Respetanto siempre los límites biológicos y teniendo en cuenta la influencia de la expansión en la estética de la sonrisa y la estabilidad de los resultados a largo plazo.
El efecto intrusivo de los alineadores en los sectores posteriores y la extrusión relativa de los incisivos de ambas arcadas que se produjo al retruirlos bastó para corregir la tendencia a la mordida abierta anterior.